Las integrantes del equipo ejidenses han estado entrenando arduamente durante todo el verano, preparándose física y mentalmente para enfrentar los desafíos que les esperan. Han sido disciplinadas y comprometidas, dedicando horas interminables en la cancha, perfeccionando sus habilidades y fortaleciendo su resistencia.

El inicio de una nueva temporada siempre viene acompañado de nervios y expectativas. Las jugadoras están ansiosas por demostrar todo lo que han trabajado durante la pretemporada y mostrar su talento en cada partido. Saben que el trabajo en equipo y la determinación serán clave para alcanzar el éxito.

La ilusión que se respira en el equipo es contagiosa. Cada jugadora está comprometida con el objetivo común de superarse a sí misma y llevar al equipo a lo más alto. La competencia interna es feroz, pero siempre en un ambiente de compañerismo y respeto mutuo.

El cuerpo técnico ha diseñado una pretemporada exigente pero motivadora. Cada entrenamiento está pensado para potenciar las habilidades individuales y fortalecer el juego en equipo. Las jugadoras se esfuerzan al máximo en cada sesión, sabiendo que cada gota de sudor derramada en la pretemporada se verá recompensada en la temporada regular.

Las ganas de competir y de dejarlo todo en la cancha son palpables en cada entrenamiento. Las jugadoras están dispuestas a luchar hasta el último