En este mes de abril, el Clínica DSS – Baloncesto Murgi ha obtenido dos victorias en sus dos encuentros disputados, merced a un juego dinámico y con una gran mejora en la parte defensiva tanto individual como colectiva. El equipo sigue avanzando a pasos agigantados en su formación y si bien ya venía mostrando una marcada forma de juego en ataque con un gran dinamismo y mucha solidaridad por parte de los jugadores, la defensa en este periodo es el centro del trabajo por parte del staff técnico, y este trabajo está dando sus frutos.

El equipo cada vez se muestra más cohesionado, los jugadores se conocen más y empieza a haber buena sintonía, viéndose ya destellos de un juego colectivo que todavía no se espera en estos momentos por el tipo de juego que se desarrolla en esta categoría marcado principalmente por las individualidades de los jugadores de más talento. El equipo está sabiendo imponer un juego muy colectivo con gran generosidad por todos los miembros de la plantilla, y haciendo que todos los jugadores sean participes sobre todo del juego ofensivo.

Aprovechando estas líneas, también quiero hacer una mención especial a una parte del equipo, que no se ve y de la que no se suele hablar mucho o nada, pero que es vital para el buen funcionamiento del colectivo, que son las mamas y papas del equipo. Nuestro Club, es entidad con un marcado carácter familiar, desde el presidente hasta la última jugadora o jugador que se incorpora a nuestra disciplina forman parte de una gran familia, y estos jugadores/jugadores viene acompañados de sus propias familias, que tienen un desempeño vital para que la marcha tanto del Club como de cada uno de los equipos sea dinámica y armónica. Y en este caso, las nuevas mamas y papas del equipo benjamín del Club, están formando un grupo muy positivo, en el que se ven dinámicas muy positivas, como que todos los padres acudan a los partidos, que haya quedadas fuera del ámbito del propio baloncesto, todos se presten ayuda cuando se necesita y traten de sumar su granito de arena. Esto hace que la convivencia entre todos sea muy fluida y tiene su eco en el ambiente que hay en la propia plantilla de jugadores en la que empieza a haber pinceladas de amistades que duraran toda la vida. Y eso, al menos a este que escribe las noticias le resulta muy grato poder contar, porque eso a mi modo personal de ver el baloncesto, es una de las cosas más importantes que nuestros jugadores y jugadoras se llevan del paso por el Club.