Noviembre comenzó con dificultades para el equipo alevín de segundo año de Tecnofruta Baloncesto Murgi, enfrentándose a un C.B. Almería que mostró un nivel muy superior al de los ejidenses. Aunque la defensa no estuvo mal, el equipo no logró competir al mismo nivel en el ataque. En el siguiente encuentro contra Adaba, el equipo se vio superado, con una derrota que reflejó un mal rendimiento tanto en defensa como en ataque. Con solo 30 puntos anotados y muchas finalizaciones falladas bajo el aro, este partido fue el peor de la temporada hasta el momento.

Sin embargo, tras una reflexión y un arduo trabajo, el equipo se repuso y afrontó el partido contra Estudiantes con renovadas energías. A pesar de las bajas y la incertidumbre tras el mal partido anterior, los jugadores lograron una victoria agónica pero merecida, destacando por su gran defensa y un ataque mejorado, aunque aún con fallos bajo el aro.

Con este empujón moral, el equipo se preparó para el último partido del mes contra un gran C.D. Roquetas. En un emocionante encuentro, con mucha igualdad y un toma y daca constante, el partido se decidió en los últimos instantes. A pesar de la derrota por un estrecho margen, en el que Roquetas estuvo muy acertado en los tiros libres, el equipo tuvo dos claras opciones de llevar el partido a la prórroga.

Ambas aficiones aplaudieron el esfuerzo y la calidad del partido, un gesto que destacó el gran nivel mostrado por ambos equipos. El entrenador destacó la gran defensa del equipo y la mejora en la circulación del balón, aunque aún hay aspectos que seguir perfeccionando, como el rebote, las ayudas defensivas, la constancia en el nivel de atención durante todo el partido y la movilidad sin balón en ataque.

El equipo sigue progresando, y aunque aún queda mucho por mejorar, el camino es claro y ahora toca seguir trabajando para continuar en esta senda de crecimiento. ¡A seguir trabajando!